Doña Pánfaga o el Sanalotodo



La letra Fernando Botero 1976
Según díceres públicos doña Pánfaga hallabas hidrópica:
O pudiera ser víctima de apopléjico golpe fatal,
Su exorbitante estómago era el más alarmante espectáculo,
Fenómeno volcánico su incesante jadear y bufar.

Sus fámulos y adláteres la apodaban "Pantófaga Omnívora",
Gastrónoma vorágine que tragaba más bien que comer,
Y a veces suplicábanle (ya previendo inminente catástrofe)
"Señora doña Pánfaga, véase el buche , modérese usted".

Ella daba por réplica. ¿A que viene sermones y escándalos?
"Mi comida es el mínimum requisito en perfecta salud".
"Sientome salubérrima y no quiero volverme un espárrago,
"Un cínife ridículo, un sutil zancarrón de avestruz
"¿esta panza magnífica la encontraís por ventura estrambótica?
"¿Hay pájaros más ágiles? ¿Hay quien marche con tal majestad?
"Mi capacidad óptima no consiente un vulgar sustentáculo.
"Vuestras zumbas y prédicas son de envidia: ¡En buena hora rabiad!"

Y prosiguió impertérita la garbosa madama Heliogábalo
A ejércitos de víveres embistiendo con ímpetu audaz,
Hasta que, levantándose de una crápula clásica, opípara,
Sintió cólico y vértigo, y "¡el doctor!" exclamó la vóraz.

SALTABANCOS FARÁNDULA, protomédico de ánsares y ánades,
Home-alópata-hidrópata-nosomántico cuatri-doctor,
Con cáfila de títulos que constaban en muchos periódicos,
Y autógrafos sin número declarando que él era el mejor.

Gran patólogo eclético, fabricante de ungüentos y bálsamos
Que al cántaro octogésimo reintegraban falante salud,
Tal fue, según la crónica, el llamado por posta o telégrafo
A ver a Pata Pánfaga y salvarla en aquel patatús.

"Iré al punto" respóndele, y durante media hora dedicase
A cubrir con cosmético y cepillo la calva señil,
Pues, aunque vende un líquido que al más calvo lo empluma de súbito.
Nunca es lícito a un médico emplumarse o curarse por sí.

Saltabancos es célibe, doña Pánfaga es viuda y riquísima,
Y en carátula o físico no se cobran hechuras los dos:
Por esto entra en los cálculos del doctor atraparla de cónyuge,
Y antes de verla aliñarse con insólita extrema atención.

Al presentarse el pánfilo daba lástima ver a esa prójima:
Pata y poltrona y cámara retemblaban cual buque al vapor.
"Señora excelentísima, él le dijo, aquí estoy a sus órdenes."
"Ay mi doctor Farándula, repuso ella, ¡qué mala estoy yo!".

FARÁNDULA- Sin preámbulos, procedamos a hacer el diagnóstico:
¿Qué siente usted de anómalo, qué de extrínseco a su orden normal?

PÁNFAGA- Dióme un síncope y he quedado muy lánguida y trémula.
Tengo la vista túrbida y en el pecho una mole, un volcán.

FARÁNDULA- entendámonos: ¿A qué causas remotas o próximas
Su actual estado mórbido y aquél síncope debo atribuir?
En análisis técnico lo que usted llama pecho es estómago:
Tal vez hoy en su régimen tuvo usted un ligero desliz.

PÁNFAGA- ¿En la bucólica? no doctor, nunca tuve el más mínimo:
Soy sobria anacorética , con mi mesa ayunara un ratón;
Pero el miércoles último fui a escuchar a la Pata en Sonámbula.
El céfiro estaba húmedo y quizás me ha inflamado el pulmón.

FARÁNDULA- Permítame toco pulso y consultó el cronómetro...
¡Hum, fiebre de mala índole, grave plétora, crece veloz!
¿A ver lengua?... ¡Cáspita! nunca he visto mas diáfanos síntomas:
¡Tragazón troglodítica, tupa bárbara, hartazgo feroz!

Del colon al esófago, del polo ártico al ínfimo antártico,
Cuantos vísceras y órganos la armazón constituyen vital,
Cuanto encierra, hasta el tuétano, su distensa cutícula elástica,
Es un cúmulo omnígeno de indigesta panzada brutal.



PANFAGA- ¡Abate, pécora! matasanos, gaznápiro, empíri­co.
¡Que con tales andróminas faltas cínico a dama gentil!

FARÁNDULA- Harto pésame, pero tengo que ser muy explícito;
Mi conciencia, mi crédito, mi amistad me lo ordena así.
Ser, mándanos Hipócrates, confesores, apóstoles, mártires,
Y a la antropófaga Átropos es preciso esta perla arrancar.
Interesante Pánfaga, ¡haga usted testamento, confiésese!
Su situación es crítica y ni a un ganso pudiera engañar.
Mas tengo un específico infalible en extremas análogas
El Nostrum Curapáparos, fruto de años y estudios sin fin,
Quintaesencia de innúmeras y aun incógnitas, plantas indígenas,
Y de cuantos artículos ha enfrascado jamás botiquín.
De este líquido sólido cada escrúpulo cuesta dos águilas,
Que ante omnia, y en metálico, me hará usted el favor de pagar,
Pues óigame el catálogo de los simples que incluyen mi fórmula y dígame si a crédito o de bóbilis puédolo dar:
Recipe: Acido prúsico, asafétida, fósforo, arsénico,
"Pólvora, coloquíntida, tragorígano asarabácara,
"Cantáridas, nuez vómica, sal catártica, sen, bolo arménico,
"Ruipóntigo, opobálsamo, opopónace, alumbre y sandáraca.

"Cañafístula, zabila, ésula, ámbar; sucínico, alúmina,
"Eléboro, mandragora, opio, acónito, lúpulo, argemone,
"Cánfora, álcali, gálbano, tártar anime, pimpido, albúmina,
"Tártaro, emético, ínola, ásaro, ísico, láudano, anémone."
Agáloco, tusílago, acula, íride, azumbar, betónica,
"Elíxir paregórico, yuyuba, éter, almaraco, aurícula,
"Sarcocola y crisocola con dorónica y flor de verónica,
"Ranúnculo, dracúncula, emplasto géminis, guaco sanícula.

Cal, ácido sulfúrico, zinc, astrágalo, muérdago, etcétera.
Mézclense por hectogramos todas estas sustancias, ad libitum,
"Y en cataplasmas, cáusticos, baños, píldoras, cápsulas, glóbulos
"Sinapismos, apósitos, polvos, pócimas, gárgaras, clisteres,
"Bébase, úntese, tráguese, adminístrese, sóbese y friéguese."

"Aquí el método o táctica es similia curantur similibus.
"Una atracada cósmica pide un cósmico fármaco atroz.
"Un emético ecfráctico eccoprótico alexipirético,
"Calólicon enérgico que no deje decir ¡Santo Dios!
"Señora, oiga el pronóstico: in artículo mortis no hay jáca­ras
"Pague y trague este antídoto o me marcho a otra parte con él.
"¡Está usted a los últimos, ya me olisca su trágico término!
"¡Pánfaga, amada Panfila!... ¡oh dolor, oh espectáculo cruel."
La gálofre, la adéfaga oyó al fin tan patéticas súplicas;
Bebió hectolitros, múcuras; vomitó, se sangró, se purgó;
"¡Etela, dijo el físico, ya está fuera de riesgo, qué júbilo!"
Pero... la erró el oráculo: -¡a los cinco minutos murió!

Fueron sus honras fúnebres solemnísimas, largas, espléndidas
Con dobles, kirieléisones, gran sarcófago, séquito real;
Melancólica música la condujo a la umbrosa necrópolis
Y allí, ciegos de lágrimas, le entonaron responso final.
Mil rasgos necrológicos, mil sonetos y párrafos lúgubres,
Mil láminas y pésames dio la prensa en tan triste ocasión;
Y hoy, con dolor de estómago, léese aún en su lápida el rótulo:

Yace aquí doña Pánfaga.
¡Véase en este espejito el glotón!

¿Qué fue de Saltabancos?
El mundo está lleno de pájaros tales,
¡Y de gansos que de ellos se fían!
Apóstoles, Mesías, abolicionistas de todos los males,
Que con migas de pan o disfraz para drogas triviales
Alborotan, deslumbran, enganchan... y el bolsillo vacían.


Rafael Pombo (Colombia)

2 Anamnesis....:

Dr. Acula dijo...

No soy ningún fan de Botero, pero el texto...¡Qué belleza!

Saludos!

Libertad Valente dijo...

Merci!